lunes, 16 de mayo de 2011

Claves para encontrar empleo, según Adecco



Adecco propone los 10 pasos clave para encontrar trabajo en un mes: la buena redacción del currículum, la carta de presentación, la entrevista personal o las condiciones laborales que el candidato está dispuesto a aceptar son algunos de los pasos que no se deben perder de vista a la hora de buscar trabajo. Adecco desgrana su decálogo de recomendaciones para obtener unos resultados excelentes.


Las empresas se preparan para afrontar la última recta del año y acometer sus planes de refuerzo de plantilla. Adecco, empresa especializada en la gestión de Recursos Humanos, explica en tan sólo 10 pasos el procedimiento para llevar a cabo una búsqueda de trabajo con buenos resultados. Las recomendaciones se orientan sobre todo a personas que acaban de finalizar sus estudios o se están replanteando su carrera profesional.

A continuación, los 10 pasos principales que propone Adecco para conseguirlo:

1. Lo primero que hay que hacer a la hora de enfrentarse a la búsqueda de empleo es un análisis de las condiciones laborales que uno está dispuesto a aceptar: horario, tipo de contrato, salario, lugar de trabajo, desplazamientos… así como del tipo de organización que interesa, responsabilidades que se pueden asumir y cultura empresarial.
2. A partir de ahí, una buena redacción del currículum es fundamental: debe ser un currículum claro, que aporte la información necesaria para su valoración en la primera fase del proceso de selección; sin olvidar fechas, empresas, puestos ocupados, funciones desempeñadas, idiomas… y sobre todo, aquellos aspectos que pueden aportar un valor añadido a la candidatura frente a otros competidores. Es bueno contar con un modelo de currículum, pero es importante adaptarlo a cada oferta de empleo, potenciando y resaltando aquello que posee el candidato y que mejor se ajusta al puesto.
3. La carta de presentación también es importante. Cuando no hay experiencia, la carta de presentación es imprescindible puesto que es la que presenta la oportunidad de “venderse”. Cuando sí existe esa experiencia, la carta puede aportar un valor añadido al currículum. Aunque existen diversos modelos de cartas de presentación, lo más importante es destacar los intereses por los que uno se presenta a ese puesto, las razones por las que cree que deberían elegirle, cómo se adecua ese puesto al perfil y a las aptitudes y actitudes y qué cree el candidato que puede aportar a ese puesto de trabajo, así como referencias si existiesen y un breve resumen de la trayectoria profesional.
4. Tras esta labor previa, comienza la estrategia de búsqueda de empleo, donde es importante no descartar ninguna de las posibilidades ya que, por remotas que parezcan, pueden resultar efectivas. Algunos de los medios que se pueden considerar a la hora de comenzar a enviar una candidatura son: red de contactos personales, bolsas de empleo, páginas web de empleo, prensa especializada (los periódicos tienen suplementos de empleo los fines de semana), y oferta proactiva (envío de currículum directamente al departamento de Recursos Humanos de la empresa), entre otros.
5. Una vez comenzado el proceso de búsqueda de trabajo, es importante llevar un registro de todas las ofertas a las que se está contestando y todas las empresas y consultoras a las que se envía el currículum, para poder realizar un correcto seguimiento.
6. Preparación de la entrevista personal: concertada la primera entrevista de trabajo, la labor más importante a realizar es la de conocer en profundidad la empresa que ha contactado con el candidato. Son cuestiones que se tendrán muy en cuenta a la hora de la evaluación del aspirante a la obtención del puesto vacante.
Uno de los principales consejos para tener éxito en las entrevistas personales es mostrar una clara motivación y ganas de trabajar. Desde los primeros instantes de la entrevista, aspectos formales como la puntualidad, la presencia y la seriedad son las características que más puntúan en la primera toma de contacto. Una vez abiertas las puertas, la capacidad de comunicación, la adaptación a distintas situaciones y afrontar retos, son cualidades que se aprecian de manera muy significativa en las entrevistas de trabajo, sobre todo en aquellas en las que no existe experiencia laboral de la que hablar. Cuando el entrevistador propone una prueba para realizar, la respuesta del candidato será valorada según la capacidad de reacción.
También es importante cooperar de forma activa con el entrevistador, respondiendo de forma detallada a las preguntas y con razonamientos claros. Se valora mucho la flexibilidad a la hora de aceptar las condiciones del empleo, ya sea el horario, el lugar de trabajo, las tareas a desempeñar o el salario.
Por último, hay que preparase bien para saber venderse. Es fundamental estructurar bien los logros profesionales para poderlos contar. También se debe interiorizar el currículum para poder explicar con precisión datos concretos que impliquen estos logros.
En cuanto a la indumentaria, todo depende del puesto al que el candidato se presente. En algunos sectores como el de los negocios, es excluyente el no asistir con traje y corbata, pero en otros como puede ser el de hostelería no es un requerimiento. No obstante, una regla básica en cuanto al aspecto es la higiene y la limpieza.
7. Un fracaso puede llevar al éxito. Los resultados obtenidos tras todo este proceso serán también un indicador de las fortalezas y debilidades. Es importante que tras asistir a las entrevistas se realice un auto-análisis de aquellos puntos en los que uno piense que ha manejado bien la situación y aquellos en los que no ha sido así, con el fin de mejorar en las próximas entrevistas.

8. No bajar la guardia. La constancia, afrontar la búsqueda de forma positiva y con paciencia serán factores que garantizarán las posibilidades de éxito.
9. Candidato contratado. Por fin, después de tanto esfuerzo, ha llegado el momento de escuchar esta frase mágica. Ahora tras el éxito sólo queda una cosa por zanjar.
10. Tú ganas, yo gano. Una vez seleccionado comienza el momento de poder jugar con las cartas en la mano y de realizar la negociación de las condiciones laborales como el sueldo, las retribuciones no salariales o la formación. En este caso, la mejor fórmula es: “tú ganas, yo gano”. Se debe mostrar flexibilidad a la hora de negociar las condiciones pero manteniendo una actitud firme y teniendo siempre presente el límite salarial que se considera irrenunciable, teniendo en cuenta algunos aspectos como la retribución media de mercado para un puesto como el obtenido, saber bajo qué condiciones se va a trabajar o si el puesto requerirá desplazamientos.






Fuente: Aprendemas

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