miércoles, 27 de mayo de 2009

Sólo dos de cada diez desempleados españoles recibe cursos de formación

De los poco más de cuatro millones de parados que recoge la encuesta de población activa (EPA), sólo el 15,7% recibe algún tipo de formación, o lo que es lo mismo: ocho de cada diez desempleados no asiste a ningún tipo de curso para mejorar su cualificación y encontrar otro puesto de trabajo. Este dato choca frontalmente con la intención del Gobierno de cambiar el modelo productivo.

En el sector de la construcción no se está reciclando nadie de los que se quedan en paro", aseguraba hace pocos días un dirigente sindical. Ayer, la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal (Agett) puso las cifras a esta afirmación. Un estudio de esta asociación con el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (Ceprede) asegura con datos oficiales que el 84,3% de los cuatro millones de desempleados no recibe ningún tipo de formación profesional para reciclarse o mejorar su cualificación y mejorar su preparación con vistas a una búsqueda activa de empleo.

Así, sólo 628.800 parados (el 15,7% del total) recibe formación. De todos ellos poco más de 200.000 asiste a cursos reglados (formación profesional o académica) y los 400.000 restantes acuden a programas formativos de los servicios públicos de empleo. Si bien fuentes de Agett aseguran que incluso la mayoría de estos que se forman a través del antiguo Inem son jóvenes que no han tenido aún su primer empleo o personas que no trabajaban con anterioridad a la crisis.

Dicho esto, estas cifras también indican que cuanto más joven es el parado, más formación recibe (ver gráficos). Si bien, Agett precisa que esto se explica no por una mayor participación de los jóvenes desempleados en los cursos que promueven los servicios públicos de empleo sino porque aún están en la edad en la que se suele participar en la formación reglada.

Por lo que se refiere a la tendencia de los últimos años, en contra de lo que pudiera parecer, cuanto mayor es la tasa de paro, menos desempleados reciben formación. Así, en el segundo trimestre de 2007 fue cuando se registró la menor tasa de paro de los últimos cuatro años (7,9%) y fue precisamente en ese periodo cuando se logró una de las mayores cotas de formación de desempleados (el 22%).

Esta relación se explica por la distribución del presupuesto dedicado a políticas pasivas de empleo (prestaciones y subsidios por desempleo) y a políticas activas (formación de los desempleados y fomento del empleo). Así, en la actualidad, por cada cuatro euros que se destinan a ayudas económicas a los desempleados, sólo se invierten dos en formar a estos parados e incentivar su contratación. Fuentes patronales ponen de relieve que estas cifras chocan frontalmente con la intención del Gobierno de cambiar el modelo productivo y que éste deje de pilotar sobre el sector de la construcción y los servicios, que han generado la práctica totalidad de los nuevos empleos en la última década y priorice las inversiones en actividades más productivas relacionadas con la industria y la I+D+i.

Así, para hacer esta reconversión sería fundamental empezar reciclando a los parados que trabajaban en sectores poco productivos y perdieron sus empleos, según insisten desde distintas instancias empresariales.

El mito de reciclarse

¿Quién no ha escuchado alguna vez la conveniencia de formarse a lo largo de toda la vida profesional? Pues, a la luz de los datos en toda Europa, el reciclaje laboral es poco más que un mito. Suecia y Dinamarca son los países con más formación laboral continuada: un tercio de sus trabajadores se reciclan. Pero la media europea está en el 10,9% muy similar a la de España (10,4%).

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