La
desigual recuperación económica y las sucesivas revisiones a la baja de las
previsiones de crecimiento económico han incidido en la situación del empleo en
el mundo. Se calcula que en 2013 el número de personas desempleadas se situó
cerca de los 202 millones, un aumento de casi 5 millones respecto del año
anterior, lo que significa que el empleo está creciendo a un ritmo más lento
que la fuerza de trabajo.
El
grueso del aumento del desempleo mundial se registró en las regiones de Asia
Oriental y Asia Meridional, que sumaron el 45 por ciento de personas que
buscaban empleo, seguidas del África Subsahariana y Europa. En cambio, América
Latina no contribuyó ni 50.000 desempleados a la cifra mundial de personas sin
trabajo, o lo que es igual, sólo le correspondió alrededor de un 1 por ciento
del aumento total del desempleo en 2013.
En
conjunto, el déficit mundial de empleo generado relacionado con la crisis desde
el inicio de ésta en 2008, agregando a un numero de por sí considerable de
buscadores de empleo, sigue aumentando. En 2013, el déficit ascendió a 62
millones de empleos, incluidos 32 millones de personas más que buscaban
trabajo, 23 millones que se desalentaron y habían dejado de buscar y 7 millones
de personas económicamente inactivas que optaron por no participar en el
mercado de trabajo.
Si la
tendencia actual se mantiene, el desempleo mundial seguirá empeorando, aunque
de forma gradual, para situarse en más de 215 millones de personas en 2018.
Durante este período, se crearán alrededor de 40 millones de empleos nuevos
netos al año, un número menor que el de personas que se prevé entren en el
mercado de trabajo, unos 42,6 millones cada año. En líneas generales, la tasa
mundial de desempleo se mantendrá constante durante los próximos cinco años, es
decir, medio punto porcentual por encima del valor registrado antes de la
crisis.
Los
jóvenes siguen siendo los más afectados por esta recuperación débil y desigual.
Se calcula que en 2013 alrededor de 74,5 millones de jóvenes de entre 15 y 24
años de edad han estado desempleados,
casi un millón más que el año anterior. La tasa mundial de desempleo juvenil ha aumentado hasta el 13,1 por ciento,
un valor tres veces superior al de la tasa de desempleo de los adultos. De
hecho, la relación entre desempleo juvenil y desempleo de los adultos ha
alcanzado un máximo histórico, registrando valores particularmente altos en el Oriente Medio y África del Norte, así como en
algunos países de América Latina y el Caribe y Europa Meridional.
Cabe
destacar que, en los países sobre los que se cuenta con datos, la proporción de
jóvenes
que ni
trabajan, ni estudian o están recibiendo formación (NEET) ha seguido aumentando
fuertemente desde que se inició la crisis. En algunos países, se calcula que
cerca de una cuarta parte de los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad se
encuentra en esta situación.
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