En
este estudio se concluye que la permanencia en el puesto de trabajo
está directamente relacionada con la preparación y la cualificación de
los empleados: a mayor nivel de formación, más estabilidad laboral para
los profesionales.
El informe de Randstad, que se ha realizado
mediante 15.000 entrevistas a trabajadores ocupados de 32 países, señala
que en España el 84% de los profesionales con estudios superiores lleva
más de tres años en su actual empleo.
Comparativas
Una proporción 12 puntos porcentuales mayor que la media internacional, que se sitúa en el 72%. Esto se debe, señala el informe, a que en nuestro mercado laboral existen menores oportunidades para cambiar de empresa y un índice inferior de movilidad geográfica.
Las
comunidades autónomas donde los trabajadores españoles,
independientemente de su nivel de formación, permanecen durante más
tiempo en sus empresas son Aragón y Andalucía, mientras que las que
presentan una menor proporción de ocupados con escaso tiempo en su
empleo son Castilla y León, Galicia y Castilla-La Mancha.
Una moneda de dos caras
España presenta un menor porcentaje de trabajadores con escaso tiempo de permanencia en su puesto que la media mundial y que países europeos avanzados como Suecia y Dinamarca.
Esto puede deberse, además de a
la menor flexibilidad y movilidad geográfica dentro de nuestro mercado
laboral, a que gran parte del empleo que se ha destruido durante la
crisis ha afectado precisamente a los empleados eventuales y a aquellos
con menor antigüedad en la compañía. Es decir, que lo que en otros
países podría considerarse un buen dato, en España está condicionado por
un entorno muy negativo.
Reto para las empresas
El informe elaborado por Randstad advierte, a tenor de estos datos, que existe un cierto riesgo de fuga de los mejor preparados cuando el mercado laboral consolide su incipiente mejoría.
En España
escasean ahora las oportunidades profesionales, especialmente en
autonomías como Andalucía especialmente castigadas por el desempleo.
Cuando la actividad económica se recupere en nuestro país y las ofertas
laborales comiencen a crecer, puede vivirse una deserción de los más
preparados, que ahora deben mantenerse en sus puestos ante la falta de
alternativas. Un problema que en la actual situación muchas compañías no
se plantean, pero que según muchos expertos podría plantearse a medio
plazo en las compañías de nuestro país, en las que el compromiso y la
fidelidad de los empleados se hará más difícil después de años de
expedientes de regulación de empleo, congelaciones y bajadas salariales,
recortes y escasez de promociones internas.
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