En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas creó ONU
Mujeres, la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el
Empoderamiento de la Mujer. Al hacerlo, los Estados Miembros de la ONU
dieron un paso histórico en la aceleración de los objetivos de la
Organización en materia de igualdad de género y de empoderamiento de la
mujer. La creación de ONU Mujeres formó parte de la reforma de la ONU,
al reunir los recursos y mandatos para obtener un mayor impacto. Fusiona
y seguirá el importante trabajo de cuatro componentes del sistema de la
ONU, con el fin de centrarse exclusivamente en la igualdad y el
empoderamiento de las mujeres. Varios acuerdos internacionales rigen la labor de ONU Mujeres:
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y el Protocolo Facultativo. La
“carta de derechos de las mujeres” es la piedra angular de todos los
programas de ONU Mujeres. Más de 185 países son partes de la Convención.
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (PAB). Adoptado
por los gobiernos en la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer de 1995,
el documento establece los compromisos de los gobiernos para aumentar
los derechos de las mujeres. Los Estados Miembros reafirmaron y
reforzaron la plataforma en el año 2000 durante la revisión de progreso a cinco años de la Conferencia de Beijing y prometieron acelerar la aplicación de esos instrumentos durante la revisión de los diez años en 2005 y la revisión de los 15 años en 2010.
La Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Mujeres, Paz y Seguridad (2000)
reconoció que la guerra afecta a las mujeres de manera diferente y
reafirmó la necesidad de potenciar el rol de las mujeres en la adopción
de las decisiones referidas a la prevención y la resolución de los
conflictos. Posteriormente, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó
seis resoluciones adicionales sobre mujeres, paz y seguridad: 1820 (2008), 1888 (2009), 1889 (2009), 1960 (2010), 2106 (2013) y 2122 (2013).
En conjunto, las seis resoluciones representan un marco crítico para
mejorar la situación de las mujeres en los países afectados por
conflictos armados.
La Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron
adoptados por todos los Estados Miembros de la ONU y enuncian una serie
de objetivos y metas mensurables con un plazo de tiempo fijado para
2015 para promover la igualdad de género y luchar contra la pobreza, el
hambre, la enfermedad, el analfabetismo y el deterioro del medio
ambiente.
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