El Informe presenta datos empíricos sobre cómo el trabajo infantil,
cuando se combina con una educación limitada, conduce a una mayor
vulnerabilidad de los jóvenes y a mayores dificultades para encontrar un
buen trabajo. Estos datos incluyen los resultados del programa de la
OIT “Encuestas sobre la Transición de la Escuela al Trabajo” (ETET), un
esfuerzo de recopilación de datos sin precedentes que permite el
análisis de las trayectorias de los jóvenes hacia el mundo del trabajo
en 28 países de bajos y medianos ingresos en todo el mundo. El Informe
también examina cómo las dificultades que enfrentan los jóvenes en el
mercado del trabajo hacen de la inversión personal en la educación una
alternativa menos atractiva que el trabajo infantil cuando son más
jóvenes.
El trabajo peligroso entre los adolescentes de 15 a 17 años es una tercera parte del Informe. Los jóvenes en este grupo de edad crítica, que se encuentran por encima de la edad mínima de admisión al empleo en la mayoría de los países, pero que legalmente son considerados aún como niños, se sitúan en ambas problemáticas. El Informe muestra que una proporción alarmante de adolescentes de 15 a 17 años que trabajan lo hacen en trabajos peligrosos y por consiguiente son considerados niños en situación de trabajo infantil.
En resumen, el Informe demuestra que los desafíos que enfrentan los jóvenes en busca de un trabajo decente no pueden separarse de los retos que plantea la eliminación del trabajo infantil al principio del ciclo de vida. En otras palabras, la eliminación del trabajo infantil es un objetivo político fundamental y un punto de partida necesario para lograr el trabajo decente para todos.
El trabajo peligroso entre los adolescentes de 15 a 17 años es una tercera parte del Informe. Los jóvenes en este grupo de edad crítica, que se encuentran por encima de la edad mínima de admisión al empleo en la mayoría de los países, pero que legalmente son considerados aún como niños, se sitúan en ambas problemáticas. El Informe muestra que una proporción alarmante de adolescentes de 15 a 17 años que trabajan lo hacen en trabajos peligrosos y por consiguiente son considerados niños en situación de trabajo infantil.
En resumen, el Informe demuestra que los desafíos que enfrentan los jóvenes en busca de un trabajo decente no pueden separarse de los retos que plantea la eliminación del trabajo infantil al principio del ciclo de vida. En otras palabras, la eliminación del trabajo infantil es un objetivo político fundamental y un punto de partida necesario para lograr el trabajo decente para todos.
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