Es verdad que desde la propia definición formal del término conflicto
hay una evidente connotación negativa que lo envuelve, por lo que, para
muchos un conflicto es sinónimo de pelea, lucha, combate…
Sea como sea, el conflicto, confrontación o situación disfuncional es
realmente algo inevitable e inherente al ser humano. De esta forma, el
problema no es que exista un conflicto, sino que los problemas radican
en las herramientas y las habilidades con las que se afronta dicho
conflicto.
Desde la mediación familiar se presta una atención especial al conflicto
desde un punto de vista constructivo ya que, es la materia sobre la que
se trabaja de forma integral con la familia. A continuación os dejamos
este vídeo, donde desde la perspectiva de la mediación familiar se puede
comprobar cómo los conflictos familiares, también son un claro reflejo
de los cambios en la sociedad.
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